De cierto

De cierto

No sé echar fuera de mí

palabras que aleteen urgidas por poblar tus cielos.

No sé dirigir parvadas

en la pizarra de tus días despejados.

No sé cruzar rebaños de vocablos

sobre ríos caudalosos de silencio.

Sé, en cambio,

que en lo alto de tu nombre

un pájaro sumerge su canto

en el follaje de la tarde.

                                 "Denominación del aire" L.J. Damián

Polvo

De golpe punzante,

De sórdido desplume de hojas.

La Ceiba emerge entre almendros callados.

Precipitada la tierra se contrae junto al mar

Pacífico de nombre pero hambriento de cuerpos,

De rocas, de tumbas y barcazas.

En está soledad

Hay algo bajo el rodillo, bajo el troquel,

Algo bajo la piedra que gime y se forma.

Es el día y la noche que apalabran una tarde dorada,

Es el cacao y la canela que muerden el polvo de Soconusco

Es ese aroma que asciende al viento suave.

Después de la canela ya nada pesa ni se mueve

Ya nada, ni la espuma revienta, ni el dolor se sufre.

Afuera

Hay vestigios en la marea de una lucha incierta,

Hay ruinas y casas de teja, hay láminas y vigas atravesadas.

 

Ciudad Lineal II

En la boca del lobo,

a boca de jarro

se descargan caricias,

cuerpos dolientes en camastros.

En la entrada dentellada estoy yo

traspasado por la vigilia y el asombro,

por los verbos que me amartillan vocablos en el cuerpo.

   

Se me termina el lenguaje en la apunta de mi lengua,

se me acaban los cabos de esta vela

y no veo la salida.

                                        "Ciudad Lineal” Letzel Hess

Ciudad lineal

Transparente transita la noche,

en transporte público, transistor de paisajes eléctricos.

En la noche desprovista de presagios,

 la civilización se ilumina de humanidad,

de humo vacilante,

como si la vida se apagara en los rescoldos del tiempo,

como si un dios benévolo cambiara su máscara de demonio

por un vermouth en la barra.

                                                         “Ciudad Lineal” Letzel Hess